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En el siguiente enlace cuento sobre una pluma puedes leer un pequeño cuento, o si lo prefieres lo puedes escuchar en este otro enlace aquí.
Como la pluma blanca, a veces en la empresa uno se encuentra con gente “rara”, que simplemente tiene unas habilidades y enfoques diferentes. Es por eso que muchas veces acaban apartados y despreciados, sólo porque nadie quiso descubrir si esa rareza escondía una forma diferente de hacer las cosas, que podría ser excepcional para aquellas tareas para las que los “normales” no sirven.
Estos raros se suelen identificar porque son personas muy involucradas, cuestionan lo que se hace mal y llenas de ilusión por las cosas. Puede que no destaquen en su función actual, e incluso sean personas molestas en ocasiones.
¡No te dejes engañar!, no es lo mismo un conflictivo que una pluma blanca. A los primeros no les gusta trabajar, a los segundos les encantan los retos.
Es sólo cuestión de encontrarles el sitio adecuado. Quizás tu fuiste una pluma blanca que muchos jefes no supieron valorar, y mira por dónde, hoy eres un profesional de éxito.
No descartes a los raros sólo por serlo, analiza su rareza y quizás alguna vez, descubras a un campeón en potencia.
