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¿Cuántas horas pasas descansando, y conduciendo, comiendo, disfrutando del ocio?, ¿y trabajando, cuántas horas pasas trabajando?
Probablemente pasemos la mayor parte de nuestro tiempo trabajando, por lo que tendría lógica que pensáramos mucho en la ergonomía, pero ¿realmente piensas en ello?
Haz un análisis a tu alrededor, cómo es tu asiento, tu pantalla de ordenador, la luz de tu centro de trabajo, etc. Y ahora mira el resto de los puestos en tu entorno, ¿se ajusta a las necesidades ergonómicas de tu empresa?, y si se ajustan, ¿se utilizan adecuadamente?
Trabajar en un entorno adecuadamente ergonómico: instalaciones, equipamiento, formación en ergonomía, permitirá que nuestros compañeros den lo mejor de sí mismos y así mejorar la productividad de nuestra compañía.